Es posible que estés en una situación en la que tus padres dependen económica o emocionalmente de ti. He visto suceder esto de diversas maneras. Padres que tienen incorporado que una vez educados los hijos ellos se harán cargo de ellos. Padres cuyo único proyecto de vida son los hijos y/o los nietos y giran permanentemente en torno a ellos. Padres que por enfermedad o dificultad económica entran a depender de sus hijos. Cualquiera de estas opciones u otras parecidas pueden estar sucediéndote a ti o pueden estar esperándote en el futuro. En estas situaciones es fácil que te salgas de tu lugar por culpa o arrogancia.

Es importante que tengas un proyecto de vida propio que no incluya a tus padres, ellos pertenecen a la vida que te precede, a una generación atrás, tu perteneces a la vida que avanza, que mira hacia adelante, si vives mirando hacia atrás, hacia tus padres, le das la espalda a tu propia vida. Ellos ya existían y tenían una vida propia antes de tu llegada, es importante que reconozcas que la seguirán teniendo una vez partas de la casa paterna y ,en el caso de que para ellos sea de otra manera, irles diciendo con cariño y respeto que pronto partirás les ayuda a ubicarse en su propio proyecto de vida.

Si ya partiste y siguen dependiendo de ti puedes ir poniendo distancia poco a poco con sus asuntos y sus decisiones sin que esto signifique perder la relación. Se trata de no inmiscuirse en sus temas emocionales o sus decisiones, solo compartes tiempo con ellos y actividades que te mantengan como hijo, como el pequeño. Tal vez te has hecho cargo emocionalmente de uno de ellos. Te ha hecho su confidente, te cuenta sus problemas, te pide consejo, ayuda, apoyo.

En esta situación ambos se están ubicando al mismo nivel lo que hace para ti muy pesado cumplir este rol que no te corresponde; no tienes ni los años ni la experiencia y adicionalmente te involucras en sus asuntos no pudiendo tomar de ellos y cargándote con lo suyo.

Si este es tu caso puedes comenzar a apartarte de este rol, haciéndote pequeño y diciendo a tu padre o tu madre que no sabes de temas de adultos, que no puedes ayudarles, que sus asuntos son más grandes que tú, que si ellos dependen de ti no podrás ir hacia tu propia felicidad. De esta manera ellos empiezan a buscar ayuda en quienes si los pueden ayudar y tu quedas libre para encargarte de tus cosas.

Si por enfermedad o dificultad económica ellos dependen ineludiblemente de ti, debes brindarles tu ayuda solo al nivel de tus propias capacidades y sin que eso te lleve a descuidar tus otras responsabilidades. Ser quien provee para sus padres no te hace dueño de sus decisiones o de cómo quieren vivir la vida. Ellos siguen estando cargo de sí mismos y hacerte cargo les quita su dignidad.

Aporta de acuerdo a tus propias posibilidades y deja que ellos decidan como quieren vivir dentro de las mismas. Reflexiona sobre qué tan involucrado estás en la vida de tus padres, qué tanto sabes de su intimidad y sus problemas o sus cosas personales. ¿Eres su confidente? ¿Te consultan sobre sus asuntos o te mantienen al margen? Observa si hay temas de ellos que te roban tiempo y energía para tus propias actividades o tu familia actual.

 

por Mónica Giraldo

 

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