Creo firmemente que estás aquí para ser el creador consciente de tu realidad. Claro que si llevo esta idea más allá, en lo que realmente creo, es que eres esencialmente conciencia, que por virtud del libre albedrío, puede crear lo que llamas realidad. Creo que eres un ser espiritual habitando un cuerpo físico para poder tener una experiencia física; que a cualquier nivel en el que tu conciencia se enfoque, físico o no, tienes la capacidad de crear experiencias para ti. Gran parte de estas creencias son solo eso, creencias, y una parte más pequeña son verdades verificadas, es decir, he podido comprobarlas en mi vida por medio de resultados tangibles. Tú también lo has hecho.

Uno de los principios de la Creación Consciente es que todo lo que estás experimentando en este momento en tu vida ha sido creado por ti. Dicho de otra manera: ¡Tú lo has pedido!

Pero, ¿cómo? -te preguntarás. -No es posible que yo haya pedido estas circunstancias difíciles, estos traumas o relaciones complejas, estos problemas de dinero o de salud.

Una de las cosas más importantes que buscamos es ayudar a las personas a descubrir el origen de dichas situaciones y cambiar los patrones que las perpetúan. Sin embargo, cuando hablo de Creación Consciente, no te invito a mirar atrás, te invito a mirar hacia adelante, hacia la vida que deseas . No hacia lo que ya ha sucedido, sino hacia lo que deseas experimentar en tu vida.

Esta mirada puede ser muy novedosa para algunos, sumergidos como estamos en modos de pensamiento basados en la queja y el resentimiento que nos mantienen mirando al pasado. Mirar hacia adelante puede producir miedo, miedo a descubrir tu verdadero potencial, a soñar en grande y quedarte corto, miedo al error y la equivocación.

Las estructuras sociales y religiosas te han mantenido atrapado en limitaciones inventadas que te impiden ver lo que realmente es posible. Los grandes poderes políticos y económicos fomentan colectivos atemorizados que buscan la seguridad de lo predecible y el confort del consumismo desenfrenado.

Crear conscientemente requiere valentía y arrojo. Requiere renunciar al pasado y abrirse a lo desconocido. Te pide que dejes de ser tu propio referente de vida y que te atrevas a preguntarle a algo más grande qué quiere de ti y para qué te tiene en esta tierra, en este momento.

Crear la vida que deseas es una aventura hacia lo desconocido, por ello requiere de valentía, armado solo de tus sueños y tus emociones y de la mano de la fuerza misma que ha creado todo lo que existe, incluido tú.

Todo lo que sueñas ya es un sueño de la existencia, ella quiere manifestarlo a través tuyo, pero solo si se lo permites; al fin y al cabo tu libre albedrío siempre está allí a tu disposición para permitirte volar o para cortar tus alas con el argumento de lo que es posible, permitido o alcanzable.

Comienza por reconocer aquello que deseas. Eso que quisieras ser, hacer, o tener, si todos tus problemas ya estuvieran resueltos, y si tuvieras todo el tiempo, y los recursos a tu disposición y, mientras piensas en ello, date cuenta de todas las ideas y creencias que comienzan a rondar tu mente, señalándote las razones por las cuáles no será posible.

Tener claro lo que quieres, y tus creencias limitantes al respecto, te abre el panorama, te muestra que aunque no hay límites, tu poder creador es tan grande que los puedes manifestar en tu vida con la misma fuerza que tus más grandes sueños.

Por un rato, deja de tratar de resolver problemas y posponer tu felicidad para cuando haya tiempo, dinero o salud; mira hacia la vida que deseas con el corazón abierto y lleno de ilusión, sueña y despliega tus alas que la vida ha sido diseñada para soportar tu vuelo.

 

Por: Mónica Giraldo P.
Consteladora Familiar y Life Coach

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