Cuando nos proponemos transformar nuestra vida es clave aprender a cómo superar el miedo porque es la sensación de inseguridad y temor que nos limita para que hagamos posible eso que tanto anhelamos.

Es común pensar que nuestros problemas o las situaciones que se presentan en nuestra vida son únicas o excepcionales y esto también es lo que nos genera esa incertidumbre y frustración que nos impide transformar nuestra vida afrontando los desafíos con valentía.

Sin embargo, a lo largo de años de aprendizaje, enseñanza, entrenamiento y búsqueda de guía, hemos comprobado que, más allá de diferencias sociales, económicas, religiosas o políticas, los seres humanos compartimos anhelos, desafíos e incluso dificultades.

Dichos desafíos se dividen en tres categorías: relaciones afectivas, laborales y bienestar físico. Por eso, es que la salud, los recursos y el tiempo son elementos usuales para todos.

Y aunque las soluciones a estos desafíos han sido conocidas durante miles de años a través de religiones y filosofías, y algunas de ellas se han perdido en el tiempo, las respuestas siguen disponibles para quienes estén preparados para aceptarlas.

Y así como compartimos los mismos problemas, compartimos las mismas soluciones y la mayoría de esas soluciones ya están ahí, se encuentran escritas o se han pasado con el voz a voz, desde hace miles de años y de generación en generación.

 

Cómo Superar el Miedo y la Resistencia al Cambio

Existen antiguas y sólidas soluciones, algunas se han perdido en el tiempo, otras continúan vigentes, como el pensamiento sistémico basado en las Constelaciones Familiares, y siguen disponibles para ser tomadas.

Entonces, la inquietud que podemos plantearnos es si hay respuestas afuera, y si es así ¿por qué nos resulta difícil ponerlas en práctica?, ¿por qué nos aferramos a nuestras creencias y resistimos el cambio incluso cuando buscamos ayuda?

Tal vez, eso nos ciega para verlas y usarlas para nosotros. De alguna manera, estamos aferrados a la forma en la que vemos el mundo y a lo que creemos que es verdad.

Nos aferramos a tener la razón, creemos saber qué pasa, qué está bien y qué está mal. Y sí, muchas veces pedimos ayuda, pero cuando la obtenemos, nos bloqueamos evitando recibirla. ¡A mí me ha pasado!

Nos están dando un consejo o una opinión y nos cerramos a ello. Y al creer que no sabemos y que no lo vamos a lograr, es difícil enfrentarnos a alguien que tiene la razón o que ya lo hizo, y esto nos nubla la capacidad de reconocer la información que recibimos.

Cerrarnos ante las personas con mayor conocimiento o éxito, puede ser resultado de nuestras “medidas de protección”. Yo, por ejemplo, prefiero ser autodidacta, tener el espacio y tiempo para considerar lo que me dicen y probarlo, a mi ritmo y en mi zona de confort.

Sin embargo, si soy honesta conmigo misma, las grandes transformaciones que han ocurrido en mi vida han sucedido cuando me he lanzado y he asumido los riesgos.

Entonces, según eso, ¿cuál es la clave? ¿Es ir lento, sin riesgo, escuchando consejos o es lanzarse al vacío sin considerar lo que puede pasar? Y yo creo que la respuesta es ambas.

 

El Poder de Sentirse Protegido y Arriesgarse

Cuando nos sentimos protegidos para considerar la información y atrevernos a ponerla en práctica, estamos logrando que los cambios que queremos sucedan en nuestra vida. Y esto ocurre solo cuando hacemos algo diferente y nos arriesgamos.

Incluso, aprendemos más cuando no creemos que somos juzgados y confrontados porque nos sentimos confiados para experimentar y descubrir respuestas y soluciones por nosotros mismos.

Creo que la seguridad de estar en nuestro espacio, en un entorno lleno de calma y que nos hace sentir cómodos, nos permite considerar grandes verdades que derrumban aspectos de nuestra vida que pueden parecer inamovibles.

Incluso, a veces leer algo puede cambiar por completo nuestra forma de pensar y nos lleva a darnos cuenta de lo equivocados que podemos estar o de las cosas que hemos hecho.

Y en ocasiones, que podamos hacerlo de manera personal, hace que de alguna manera sea fácil. Y a veces tener ese espacio y distancia es necesario para entender lo que nos sucede y tomar decisiones que nos permitan avanzar.

Otras veces, necesitamos la compañía o la contención de otros para arriesgarnos. Así que, no es de una sola forma, se trata de tener acceso y disposición para poder realizar las cosas en un momento dado y como lo necesitamos o sentimos que lo podemos hacer.

Por eso, la transformación puede ser amable, respetuosa y, a la vez, puede presentarse como una crisis necesaria para que ocurra el cambio. Y tener la disposición para contener la situación, también hace la diferencia.

Tenemos que cambiar la idea de que existe un único modo de lograr la evolución personal. Es poderoso estar en un espacio de confort, sintiéndonos en un entorno seguro para recibir la información que tal vez nos conforte y modifique nuestra vida.

 

Cómo Superar el Miedo con Valentía e Intuición

Necesitamos valentía para transformar nuestra vida. Los cambios no van a llegar por sí solos, no se dan desde la espera. Se requiere valentía y estar dispuestos para considerar nuevas ideas y poner en duda lo que creemos conocido.

Aunque eso signifique renunciar a tener la razón por un rato y experimentar por nosotros mismos que no tenemos la verdad absoluta y que hay otras maneras de hacer y pensar las cosas.

Y que los cambios puedan llegar por sí solos, no significa que debamos enfrentarlos solos. No es un proceso de autoayuda, podemos vivir una experiencia de desarrollo personal donde otros tienen cosas para brindarnos y apoyarnos.

Por supuesto, depende de nosotros y somos nosotros quienes damos los pasos, pero no es por nosotros mismos. Si fuera por nosotros y ya tuviéramos lo que se necesita o supiéramos que lo tenemos, pues no estaríamos buscando algo para mejorar nuestra vida.

Es importante que encontremos un lugar en el que haya información que ha servido a otros y donde muchos de esos otros se dedican a acompañar nuestro camino y guiarnos con su experiencia, dando contexto, contención y compartiendo cómo les ha funcionado.

Cuando aprendemos a activar nuestra intuición estamos en capacidad de transformar nuestra vida enfrentándonos a los desafíos con valentía y superando la resistencia. Nos encaminamos hacia una vida más próspera y con mejores relaciones.

 

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