En una empresa familiar las jerarquías son necesarias para distribuir de manera estratégica las responsabilidades y la toma de decisiones.

Lo que esto permite es que podamos encontrar la manera para ordenar el sistema empresarial aprovechando las capacidades, talentos y experiencias de todas las personas que conforman la empresa.

Además, evita que desgastemos nuestra energía vital haciendo lo mismo que otros, descuidando nuestras verdaderas responsabilidades y generando conflictos que el sistema no necesita.

Y en la realidad pasa, en las empresas familiares es común encontrar que las jerarquías se pierden o no se respetan porque “trabajamos en familia”, entre esposos, hijos, sobrinos, tíos, o sencillamente, amigos.

Y cuando nuestro objetivo es ordenar el sistema empresarial, es necesario entender que, en la casa somos mamás, papás, hijos, etc. Pero en el trabajo somos el jefe o el empleado, y eso quiere decir que damos direccionamiéntos o recibimos instrucciones.

Esto es tan fundamental para empezar esa labor de ordenamiento del sistema que debería ser ley en nuestras empresas y deberíamos cumplirla.

Y en esa línea, también es importante mantenernos conectados con nuestro rol y con las razones por las que estamos en la empresa. No se trata de que, como somos familia y trabajamos juntos, todos tomamos todas las decisiones. ¡No funciona así!

 

Empresa Familiar: Dinámicas del Rol de Líder

Las decisiones que debemos tomar en las empresas tienen un líder o responsable que es a quién le corresponde apropiarse de la elección que haya que tomar.

Y por supuesto, también tienen un lugar. Nuestras casas o los momentos de ocio en familia no pueden convertirse en escenarios de debate sobre esas decisiones que nos corresponden en la empresa y que son responsabilidad de una persona en específico.

Creo que ese ha sido uno de los aprendizajes que más me marcó a mí y a mi familia, aprendimos que para encontrar el orden del sistema es valioso identificar dónde deben ir esas pequeñas cosas y quién es el responsable de decir, eso me corresponde.

Empezar por entender y aplicar ésto es el inicio de un cambio enorme y que de verdad transforma la empresa, e incluso la vida en familia y en pareja.

Y ocurre porque cuando empezamos a vivir el sistema empresarial desde esta responsabilidad y conciencia, nuestras dinámicas se transforman permitiendo que nos enfoquemos en lo que debemos hacer dentro y fuera de la empresa familiar.

También, es un cambio en la energía. Sí, porque llevamos las cosas al lugar que pertenecen y estando ahí, en el escenario perfecto para que algo suceda, podemos concentrarnos en ello y fluir. Y esto no es solo para nosotros, es algo que replica a toda la organización.

Recordemos que en la empresa todo toma fuerza y al cuando ocupamos el lugar que nos corresponde y asumimos las responsabilidades que tenemos, incitamos a los demás a que también se comprometan con el proyecto.

Claro, esto representa un enorme desafío, pero también trae cambio, trae avance y especialmente, cambia la forma en la que vemos y entendemos nuestras empresas. ¡Nos lleva a un siguiente nivel!

 

El Desafío de la Empresa Familiar

En las empresas circulan y se mezclan dos sistemas, el familiar y el empresarial, y no tener claro el lugar que ocupa cada uno, es lo que muchas veces hace que colapsen las compañías.

Sí, porque empezamos a mezclar los temas familiares en escenarios que son propios de la empresa, o viceversa. Y lo que estamos haciendo es crear conflicto y enemistades entre familiares que a la vez son socios y compañeros de trabajo.

Entonces empezamos a ver empresas familiares en donde los hermanos no se hablan en el trabajo porque en la casa discutieron. Es ahí cuando contaminamos el sistema.

Lo que nos pasa en lo personal y familiar, lo llevamos al interior de la organización y no sólo evitamos relacionarnos sino que eso impide que el ambiente y la energía empresarial fluya.

El reto de sacar adelante una empresa familiar es muy difícil, pero si uno entiende este tipo de cosas y tiene claras las jerarquías y tareas de cada quien en la empresa, puede lograr desenredarse y evitar complicarse la vida.

Y con esto, hablamos también de soltar cargas que llevamos de manera innecesaria y que afecta nuestro desarrollo dentro de la empresa y la evolución del sistema. Y es que incluso, saber lo que nos corresponde también aliviana nuestro proceso.

Entonces, veamos el impacto que tiene ésto de tomar conciencia de nuestro rol como participantes de un sistema y la forma en la que podemos aportar o restar frente a los objetivos que se quieren alcanzar.

No lo digo porque sí, es que lo hemos experimentado. Cuando uno no lo tiene claro empieza a tratar de hacer de todo y al tiempo, y empieza a asumir una cantidad de responsabilidades que no le corresponden y que le generan tensión, estrés y conflicto.

 

Cómo Conservar tu Energía en el entorno Empresarial

En el sistema empresarial, es clave poder tener energía vital para lo que sí nos corresponde hacer, pensar y solucionar a diario.

Y lo que en muchas empresas no se ha entendido es que, por ejemplo, algo tan simple como el pago de un recibo de luz o agua, puede ser un mal enfoque y terminar desgastando esa energía que tenemos y que es tan valiosa.

¡Si no nos corresponde, no deberíamos estar quemando energía en ello!

Nosotros cambiamos el chip y ahora entendemos que cada quién tiene una responsabilidad y cada persona tiene la capacidad suficiente para encargarse de cumplir con eso. Lo vemos como un ahorro que le hacemos al sistema y que nos permite aportar con energía.

Y es curioso porque luego de volver a tomar mi lugar, estos ejemplos sencillos, son prácticos para mí. Uno lo ve como cosas tan simples, pero que si le damos nuestra energía se convierten en pesos gigantes.

Pensarlo así, tampoco quiere decir que vamos a perder interés por las cosas del sistema, por el contrario, lo que representa es nuestro compromiso y ocupación a partir de aspectos que son necesarios y estratégicos para avanzar.

 

Modelo de Gestión Sistémico en la Empresa Familiar

Para lograr que las empresas implementen mejoras con estructura, debemos entender que están conformadas por sistemas de gestión enfocados en temas de calidad, ambiental, entre otros. Y a partir de ahí, debemos aplicar herramientas para el ordenamiento.

Entonces, como estamos en el ámbito empresarial, este tipo de modelos nos permiten aterrizar información.

Y es que es en la misma aplicación de esta información que ponemos en práctica el modelo de un proceso empresarial sistémico. Ahí descubrimos la verdadera utilidad y nos permitimos crecer al mismo tiempo que lo hace la empresa.

Sí, porque las decisiones se empiezan a tomar ya de forma inmediata. No se trata de si algún día lo hago sino de convertirlo en un hecho. Desde la sistémica no nos quedamos en la decisión, pasamos a los hechos.

Es decir, lo que pensamos, ya debe estarse dando desde la decisión y la acción. Deben estar inmersas. Y esto es poder verificar todo el tiempo lo que nos está funcionando y lo que necesitamos cambiar.

Al final, es satisfactorio descubrir la utilidad de la sistémica en las empresas para generar resultados, que es lo que al final tanto empleados como jefes, buscamos generar.

 

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