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¿Cómo sentir gratitud en tiempos de crisis financiera?, ¿cómo mantener la mirada en lo que sí tengo y en agradecer por ello aún cuando tengo deudas?

En el día a día, la falta de dinero puede hacernos sentir “con el agua al cuello” y es importante ante situaciones de dificultad económica, mantenernos más enfocados y no apartar nuestra mirada del objetivo al que nos llevará ese proceso.

Quien ha tenido problemas de dinero sabe que, atravesar ese pedacito del camino, y sobre todo cuando estamos en crisis profunda, es muy complicado.

Pero, si lo pensamos desde la sistémica, afrontar estas situaciones, no requiere muchísima valentía personal, no requiere tampoco empezar a hacer un trabajo de cambio interno. Y no es necesario porque las deudas también traen algo maravilloso.

Las deudas nos llevan a identificar dinámicas muy profundas que no tienen a veces que ver solo con nosotros, sino con todos.

Por eso, cuando empezamos a ver las cosas como son, entendemos que hay situaciones de las que debemos hacernos cargo y otras que necesitamos soltar. El hacernos cargo es reconocernos en lo que realmente nos corresponde.

Y en medio de la tormenta, es clave conectar con lo que sí podemos hacer en el momento real en el que suceden las cosas, e intentar solucionar lo que está en nuestras manos, porque este tipo de incertidumbre puede generarnos descontrol.

El Poder de la Gratitud en Tiempos de Crisis Financiera

Ante una situación difícil, uno quiere empezar a solucionar todo ya, pero cuando estamos en una crisis financiera, por lo general, hay pocas cosas que están en nuestras manos.

Conectar con eso y decir “hasta aquí llego”, reconocer las propias limitaciones y también los alcances, es la forma correcta de mantener la mirada fija en lo que realmente importa.

Me refiero a eso que sí tenemos, que sí podemos hacer, que nos corresponde solucionar y que está a nuestro alcance.

Entender hasta dónde podemos y debemos llegar, hablarlo y expresarlo con claridad, es el primer paso para empezar a organizarnos alrededor de lo que sí podemos sostener en ese momento.

Eso es lo maravilloso de la sistémica, nos lleva a entender que renunciar a ciertas cosas, por ejemplo a esas cargas y personas que llevamos encima en una crisis y que no nos corresponden, también es una muestra de que estamos librando y ganando la batalla.

Y este tipo de crisis vienen a mostrarnos, y a ponernos a pensar en quitarnos todo esto que no es nuestro y hacernos cargo solo de lo que nos corresponde a nosotros, manteniendo siempre la mirada en lo que perseguimos.

Esto se logra viviendo un día a la vez, porque la crisis no es solo una, y es en esos momentos en los que la mente empieza a jugar con los “temidos futuros” y nos crea películas de terror, de pánico y suspenso de lo que podría pasar.

Así que, para combatir la incertidumbre, no nos queda más que agradecer lo que hay e ir saliendo de la duda y el temor en el que nos encontramos. Y sí, es posible salir y muchas veces lo hemos visto, lo hemos vivido, y de verdad te digo que es posible lograrlo.

Deuda y Gratitud: Aprendiendo a Gestionar Crisis Financiera

Cuando uno está ante una crisis financiera y la afronta como un proceso de aprendizaje que necesita vivir, empieza a tomar conciencia y a entender que las deudas desaparecen y se desvanecen, y es real. ¡Lo que surge se paga!

Si entiendes esto, también es importante que tengas claro que antes de iniciar un proceso de autoanálisis y de desarrollar ese pensamiento sistémico, es necesario que trabajes la deuda en tí mismo, desde tu interior.

Así es, porque no es afuera donde empiezan a darse las soluciones. Allá afuera es reflejo de lo que está pasando dentro, y por eso es que primero debemos hacernos cargo de lo que pasa en nosotros, para que afuera veamos los cambios. ¡Esa es la clave!

¿Entonces las crisis siempre traen regalos grandes o pautas que nos resistimos y que duelen?

Sí, claro, pero nos negamos y sin crisis no hay transformación. Sí, para que haya transformación se requiere el equilibrio sistémico en nuestra vida, necesitamos el crecimiento y el caos.

Y es ese momento de casi desorden el que nos genera mucha incomodidad porque no queremos que nada cambie.

Queremos cambiar pero no queremos que las cosas cambien, queremos estar mejor pero no queremos que nada se mueva o se transforme, queremos que todo siga igual a nuestro alrededor, y no va a pasar así.

Para que haya transformación, para ir más allá, pues las cosas como están, no pueden continuar. Se van a mover, se organizan y lo que ya no se necesita se va a ir y lo nuevo puede llegar.

Así es como damos paso a que lo nuevo llegue. Se trata de elegir por cada uno de nosotros y hacernos cargo de nuestra vida. A veces pensamos que es la mejor opción y quizás es la que nos lleva al extremo.

Abrazando el Miedo: Gratitud en Tiempos de Crisis

El miedo siempre va a estar y debemos agradecer porque existe. ¿Por qué? Porque nos está anticipando a las cosas y finalmente siempre hay algo que lo sostiene y que nos hace necesitarlo.

Aquí viene también el impacto de confiar y lanzarse a buscar y abrirse a oportunidades. Porque si tú dices “es la única opción”, es como si te pusieras en frente un velo que te nubla por completo y entonces te convences de que sí, es la única opción.

Pero cuando tú dices “esta no es la única opción y quiero ver otras posibilidades”, lo crees y te lanzas, la vida inmediatamente empieza a ponerte cosas, pero depende de ti y de si te abres a la posibilidad de lanzarte porque tú lo estás reconociendo.

Y es que, esta no es otra cosa más que la confirmación de que si tú mismo no te das el valor, nadie más te lo dará.

Entonces, si estás soportando una situación en la que no te ves o te sientes valorado o valorada, tu deber es no permitirlo y darte ese lugar de valor y amor propio que es lo que hace que a cada instante la vida te sostenga.

Al caminar en esta dirección empezamos a revisar temas más profundos, es entrar en ese reconocer y darnos cuenta de que podemos tomar el control de ese tipo de situaciones que dirigen nuestra vida en el sentido contrario al que deseamos.

Es también reconocer que hay cosas que están afuera de nosotros y que están fuera de nuestro alcance. Y aunque nos resistamos a las circunstancias difíciles, éstas no generan del todo ruido, pues ese caos emocional, es la muestra de que el cambio está sucediendo.

Navegando en Tiempos de Crisis: Aceptar, Agradecer y Fluir

Uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos, es cómo respondo a las crisis financieras y a los cambios, es aceptar que lo que me pone en caos y en contradicción, es también guía para mi vida.

Y reconocer que estamos ante una crisis financiera y agradecer y aceptar lo que está pasando nos permite abrirnos para entender lo que se quiere de nosotros.

Y si me tengo que ir y hay algo más para mí, entonces que se me muestre de forma fluida. Si lo que tengo que hacer es quedarme, recogerme y ahogar la tormenta, lo hago porque luego todo se ordena para estar mejor.

Solo entonces, pedimos a la vida que nos muestre el camino para así fluir con la situación, en vez, de hacerle más resistencia. Y eso ayuda mucho y le permite a uno empezar a ver cosas que en la resistencia del miedo no veía.

Y yo soy consciente de que aprender a soltar el control nos cuesta mucho, pero no es un tema que suceda de la noche a la mañana. Y a veces eso que debemos soltar ya hace parte de una estructura que hemos construido alrededor de la famosa “estabilidad”.

Pero, aunque parezca sólido, nos hace más daño porque cuesta más de lo que suma.

Cuando nosotros nos soltamos y confiamos, la vida inmediatamente pone recursos, y es bello cuando uno lo puede comprobarlo. Obviamente es un salto al vacío, es un voto de confianza.

Entonces, en el proceso de ordenar el sistema de nuestra propia vida, habría que revisar qué lealtad, por ejemplo, o qué patrón financiero nos está sucediendo. Y ahí es donde vienen las preguntas ¿me estoy permitiendo vivir lo que me apasiona?, ¿estoy afrontando las crisis financieras desde la gratitud o desde la resistencia?

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