Entender que el rol de la sistémica en empresas es guiarnos para encontrar el camino al éxito, hace que nuestra mentalidad y actos como líderes: ¡Cambien!

El sistema empresarial es una herramienta que proporciona resultados buenos al interior de las empresas y que nos lleva a obtener eso que necesitamos. Así que, como empresarios en algún momento deberíamos dedicarnos a evaluar nuestro sistema.

Decidir mirar hacia el interior y encontrar las posibilidades que tenemos para conectar con la esencia de la organización. Eso es supremamente revelador y nos da la información y los motivos para entender dónde están nuestras oportunidades.

Y aquí es importante también el tema de la inquietud y la curiosidad porque eso es lo que despierta en nosotros como líderes y empresarios, esa necesidad de encontrar el cómo y el por qué de las situaciones que vivimos al interior del sistema.

La sistémica se convierte en una herramienta preciosa que nos lleva a ir más allá para entender cómo se configura la empresa, dónde están los puntos de poder y qué es lo que verdaderamente funciona para nosotros como equipo.

Y a veces en ese proceso, como líderes podemos sentirnos perdidos, sin rumbo, desubicados o incómodos, porque estamos saliendo del esquema que conocíamos para enfrentar temas que no sabemos y está el reto de aprender a migrar.

Entonces, cómo podemos nosotros adaptar a una empresa para cambiar su estructura y aplicar lineamientos que nos roban la paz y la tranquilidad para llevarnos a una posición de descubrimiento en la que tenemos que ampliar la mirada.

El cambio es un proceso hermoso de la sistémica y que al aplicarlo en la empresa nos lleva a una mayor comprensión del antes, el después y la actualidad empresarial. Y esos momentos de comprensión son más significativos.

 

El Rol de la Sistémica en Empresas: Cambio de Perspectiva

La sistémica nos conduce a comprensiones más profundas sobre la empresa, por ejemplo, nos lleva a entender que las organizaciones son sistemas y por lo tanto, están vivas. O sea, tienen vida y tienen flujo.

Cuando entendemos que esto es así, cambia por completo nuestra perspectiva, ya no vemos todo como algo rígido, o algo que estaba quieto, sino que todo empieza a entenderse como una sola cosa, en la que todos somos uno.

La empresa es la que hace parte del sistema y esto es revelador porque comprendemos que al tener vida, también tiene intenciones. Y descubrirlo nos da la claridad suficiente para seguirla y conectar con fluidez para trabajar con ella.

Es un cambio, un clic que hay que hacer en la mente y en nuestro interior. Y no es algo de esfuerzo, de hacer mucho o de imponerse; se trata de aprender a escuchar a la organización como un ser vivo.

Y cuando escuchamos la empresa, nos dejamos guiar y liderar por ella. Es bien interesante cómo esta pequeña pero poderosa información transforma todo el sentir de la organización y nos pone al servicio de la vida.

 

Aplicando la Sistémica para Evitar el Estancamiento y Crecer

Cuando tomamos las comprensiones que la sistémica nos aporta y lo interiorizamos en la organización, puede que al principio no sepamos por dónde empezar, cómo hacer, dónde aplicarlo, porque es información poderosa y que nos lleva a efectuar cambios.

Aquí es donde nuestro papel como líderes se vuelve más fuerte, porque recae en nosotros la responsabilidad de demostrar que es posible escuchar al sistema, entenderlo y seguirlo.

Es con la información y con el tiempo que logramos conectar para evolucionar y hacer clic en las cosas en las que necesitamos una transformación y que, aunque nos obligan a abandonar nuestra comodidad, también nos alejan del estancamiento perverso.

En parte, es experimentar un trauma al interior de la organización porque, por ejemplo, algunos de nuestros empleados han desempeñado un papel durante muchos años y de repente, analizando el sistema, te das cuenta de que no funciona.

Y ante estos descubrimientos es necesario tomar decisiones, quizás elegir dejar ir personas, perderlas. Ese es un dolor que afecta directamente al sistema y que quebranta la fe de las personas al interior del mismo.

 

El Rol de la Sistémica en Empresas: Cargos y Propósitos

El tema de los lugares en las empresas, o sea los cargos, es fundamental porque en muchas ocasiones se crean cargos sin una razón clara o real de para qué se necesitan las personas desempeñando esa tarea, y si son realmente necesarias.

Y hay un principio rector ante esto y es el propósito porque es el que nos marca el rumbo para tomar decisiones que sirvan al sistema y que inciten a todo un equipo para conectarse y ponerse al servicio de la vida.

Entonces, si hablamos de la empresa como un ser vivo, pues siente, experimenta lo que sucede al interior y genera un impacto, y esos sucesos son fuertes e influyen en la energía del sistema.

Una persona que ha hecho parte de la empresa durante treinta años, aportando su conocimiento, su tiempo, dedicación y energía, ha pasado toda una vida y se ha puesto al servicio, se convierte en toda una institución que aporta valor significativo.

Entonces, claro, cuando la empresa tiene una pérdida, está entrando en dolor profundo. Y si no logramos como equipo afrontar y procesar ese dolor, vienen las parálisis. La empresa se estanca y el equipo queda en pausa.

Así es, tal como sucede ante un evento traumático, la empresa sufre las consecuencias quedándose congelada, paralizada en el tiempo.

Entonces, imaginemos todo el impacto que tiene, y como líderes pensemos en las herramientas que necesitamos y podemos aplicar para hacer que mejoren las cosas, que se dé el cambio con éxito y que obtengamos resultados positivos.

Pero, claro, si no se llega al trasfondo del problema, que es un evento traumático, no se procesa el dolor y la empresa se descontrola. Cuando sufrimos trauma hay colapsos, hay huidas.

 

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