El liderazgo organizacional es clave para mantener el sistema en orden y con enfoque, además te lleva a encontrar la manera para superar la tensión y la crisis a las que la empresa pueda enfrentarse.

En las empresas, cuando las personas están en modo dolor y tensión por estar sujetos a un ambiente de dificultad y confusión, empiezan a notarse vacíos en los procesos y directamente en los equipos al interior de la compañía.

Esto quiere decir que, ya las personas no quieren apoyarse entre sí, no se quieren reunir y prefieren evitar momentos en los que deban compartir. ¿Por qué? Porque no hay tiempo ni disposición para eso y entonces puede formarse un ambiente hostil.

Ese es uno de los síntomas de cuando las cosas no andan bien. Las cosas parecen estar en pausa, pareciera que el tiempo se detiene y se bloquean las intenciones de evolucionar.

Y ahí es donde uno empieza a escuchar a los líderes de los equipos o de las empresas referirse a “cuando volvamos a estar en normalidad” o “cuando volvamos a estar como antes”.

Y resulta que no es posible que todo vuelva a ser como antes, porque la empresa ya tomó un nuevo rumbo. Ese sistema ya tiene otro destino. Y no solo para lo negativo, porque también puede estar avanzando hacia la plenitud, pero igual el cambio se está dando.

Por eso, ya no es posible volver a lo anterior. Lo que había antes quedó anclado en el pasado y si las personas se empeñan en volver allá, no lo van a lograr, pero el sistema se paraliza y entra en rigidez.

Y la rigidez implica que ante todo lo nuevo que viene, no se dé movimiento y el sistema entre en resistencia total y nada de lo que se propone pueda darse.

 

Liderazgo Organizacional: Transformar la Crisis en Oportunidad

Recordando uno de los episodios más completos para todos nosotros como seres humanos, como lo fue la pandemia. Había muchas empresas que se dedicaban a hacer maletines.

Pero claro, en la pandemia la gente no compraba maletines. ¿Qué buscaba? Tapabocas. Entonces, ¿por qué no hacerlos y utilizar el material que tenemos haciendo nada?

Estoy segura de que muchas de las empresas que se cerraron a ello y que no lo consideraron posible, tuvieron en exceso dificultades. Y todo por pensar que no estaban hechos para eso, por no poder ver el cambio como una oportunidad.

Incluso, conozco el caso de empresas para las que eso era denigrar su producto. Lo que genera ruido al interior de la empresa. Y sabes, de dónde vienen estas ideas que nos llevan a tomar malas decisiones: ¡de un sistema con dolor!

Si tengo dolor profundo y no quiero moverme, entro en rigidez absoluta, no permito esas transformaciones que me van a llevar a la expansión, sino que me mantengo estancada. Y esa es la realidad de muchas organizaciones.

Estos síntomas son muestra de lo que pasa dentro de la empresa, y claro, es inevitable que en ese punto nos preguntemos: ¿Qué hacer?, ¿cuál puede ser nuestra intervención como líderes?

Y lo primero que podemos hacer es ser conscientes de que tenemos personas a cargo y empezar a transformar todo puede ser traumático. Así que ir despacio y atentos a lo que pasa en cada movimiento es muy importante.

Porque si la gente se bloquea ante lo que está pasando, no tiene la posibilidad de elegir o de pensar en la forma en la que responde al cambio. Esa claridad es importante no solo en los líderes sino también en las personas que están integrando el sistema.

 

Cómo Superar el Cambio, la Tensión y la Crisis

Los cambios son momentos de movimiento y dentro de las empresas, a veces es inevitable que las personas se hagan a un lado o que como líderes identifiquemos momentos de retiro.

Y estas son oportunidades que la organización debe contemplar para saber cómo manejarlas porque no se puede obligar a todos a comprometerse y adaptarse. ¡No podemos caer en ilusiones!

Hay momentos en los que hay que reconocer que si la empresa se está moviendo y hay personas que dificultan ese proceso, pues necesitamos darles opciones, de quedarse o irse, pero sea por decisión propia y que se tome de forma positiva.

Ante la importancia de soltar, también viene la de encontrar nuevos recursos para el sistema; esto tiene que ver con conectar con nuevas personas, nuevos lugares, nuevos porqués. Esa es una forma de atravesar momentos difíciles y salir a flote.

Todos hemos vivido situaciones de dolor, de pérdida, así que todo se trata de establecer vínculos también en la empresa y entender que hay situaciones fuertes que necesitamos enfrentar.

Y es conectar con eso que hacemos dentro del sistema y que nos da la fuerza para continuar. Ahí encontramos recursos internos y así podemos recordar que la empresa necesita de nosotros, del poder y de la información con las que podemos aportar.

Otra forma de crear vínculos con todas las partes de la empresa es fomentando conversaciones claras sobre lo que está pasando.

 

Liderazgo Organizacional: Conecta con el Potencial de tu Equipo

A veces tenemos la sensación de que si hablamos de la verdad, la gente va a entrar en crisis y pánico, y que entonces todo se pondrá peor. Pero no es tan así porque la gente lo siente, lo vive y sabe lo que está pasando.

Incluso saben más que nosotros. Así que, como líder o directivo, empieza a hablar con la verdad sobre lo que está pasando. Estás rodeado de gente real que también viven situaciones reales.

Al hacerlo, empezará a evidenciar cómo empiezan todos a conectar con su potencial y lo que pueden hacer para aportar y sacar a flote las situaciones que los lleven a transformarse.

Si la gente no sabe lo que está pasando, no sabe cómo actuar y decidir. Cuando le niegas esta posibilidad a tu equipo de acceder a la información, los llevas a entrar en resistencia y darle paso al rumor.

Los chismes son un síntoma de cuando en las organizaciones no se habla claramente y no se conoce dónde y cómo están ubicadas las personas y sus roles. Además, es una clara señal de desconocimiento a lo que se está enfrentando.

Entonces, hablar claro es la mejor opción, crear puentes de comunicación en los que las personas se permitan ser escuchadas. Y ese es otro punto demasiado importante,
aprender a escuchar a todos.

Como líderes necesitamos pasar de solo transmitir la información a escuchar y ser conscientes de lo que está sucediendo, de cómo se sienten las personas que integran nuestro sistema.

Las personas llegan a la empresa con problemas, dificultades, llenos de preocupaciones o alegrías. Imaginemos toda esa tensión que manejan porque a sus situaciones personales deben sumar los dolores de la empresa.

 

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