Cuando al interior de la empresa estamos buscando el reconocimiento y aceptación, nos enfrentamos a un reto que exige nuestra atención como clave para el éxito empresarial.

Esto quiere decir que, de nuestra capacidad para analizar nuestra realidad al interior de la empresa depende que logremos encontrar esos aspectos que necesitamos reconocer y los dolores sobre los que es importante aceptar para continuar.

Por eso, para el desarrollo sistémico de las organizaciones es clave el reconocimiento, saber dar el lugar a las personas, socios y clientes con los que trabajamos y que hacen parte del sistema.

Por ejemplo, mi hermana hace parte de la empresa y ser consciente de ello es saber que tiene un lugar, incluso si no está trabajando con nosotros. Solo el hecho de figurar en los documentos hace que le corresponda.

Y así con todos los miembros de la empresa porque no se puede desconocer que existen y que hacen parte de fundamental para el todo de la empresa misma.

En este reconocimiento también es importante incluir a todas las organizaciones gubernamentales con las que se ha contratado a tratado a través de los años y hacerlo sin resentimiento, por el contrario, con gratitud porque nos permitieron la fortaleza.

Se trata de bajar la cabeza y es un tema un poco de ego también, porque es una batalla contra el temor de pararnos en lugares en los que no nos corresponde estar.

Y si lo vemos desde el sistema familiar, no entendemos la relación que tiene con nosotros, pero resulta que si nos toca la empresa a nivel personal, y esto pasa porque al final, la empresa responde al alma de sus fundadores.

Entonces sí, la empresa también nos muestra nuestro propio proceso interior.

 

Reconocimiento y Aceptación: De lo Personal a lo Empresarial

Si nos damos cuenta, en las empresas, el cuerpo cada vez es mayor porque cada vez las organizaciones nos desafían más y crecen si nosotros lo hacemos.

Por ejemplo, con el tema de la pandemia fue fácil corroborar este efecto porque llegamos a un punto en donde el sistema, luego de estar rezagado, nos obligó a avanzar.

Entonces, si en el proceso de expansión y nivel de conciencia de la empresa no damos lo que se necesita, la empresa tampoco va a llegar a dar lo suficiente.

Por eso, “agachar la cabeza” y saber que cuando yo me dispongo a ser empresario, estoy al servicio de la vida, es una de las comprensiones más importantes a las que nos lleva la sistémica.

Se trata de estar totalmente al servicio y de manera consciente para no perdernos en el recorrido hacia la misión que escogimos como empresa y para la que nos estamos preparando.

Como también es cierto que a veces no somos nosotros los que escogemos, es la misma empresa la que nos elige a nosotros y cuando entendemos que es así y nos disponemos para aportar, es muy lindo experimentarlo.

Y cuando empiezas a conectarte con esto, encuentras las ventajas de la constancia y aprendes a encontrar soluciones para los dolores inmediatos de tu área de trabajo. Y ahí sí, estamos sirviendo y nos ubicamos en un lugar desde el que podemos crecer juntos.

Pero llegar a ese punto no es fácil, hay que hacerlo haciendo procesos en donde tú transformes tu vida a la par con lo que es tu organización. Ahí es donde realmente conectas y dices cómo mi vida fluye con la empresa.

 

Empresas Vivas: Conexión, Historia y Gratitud

Pensar la empresa como un sistema vivo y entender que la empresa tiene también un sentir que conecta con la forma en la que nosotros vemos y sentimos nuestra labor, no viene de seguir un protocolo o un paso a paso de forma milimétrica.

Esto no es de preocupaciones porque la misma organización es la que nos va llevando y nos va a ir haciendo caer en cuenta de todas las herramientas que podemos aplicar y nos permite ir aprendiendo de ellas.

Al suceder esto, lo que pasa también es que nos volvemos conscientes de lo que funciona de acuerdo a lo que la empresa pide de nosotros, y lo que no está dando resultados. Es un proceso de volvernos más conscientes de nosotros, de dónde venimos y nuestra historia.

Ser leales y gratos con el proceso y con las personas que lo han acompañado, por eso es fundamental darles su lugar en la historia de la organización y reconocer que aportaron de alguna forma con sus capacidades, su tiempo y energía.

Entonces, cuando nos preguntan por nuestra historia, ese es el momento ideal para ser conscientes de toda esta información, dándole a cada persona su lugar y su momento.

Las organizaciones que han estado involucradas en nuestro proceso de crecimiento como empresa se vuelven fundamentales y son únicas para nosotros, por eso es que trae mucha riqueza para la empresa reconocer a las personas que aportan incluso sin estar directo.

Como son los socios, nuestros padres, amigos, darles su lugar es reconocer que hay una participación, y es de esa manera también que pueden tomar lo que les corresponde.

Y eso es fundamental para que se evidencie más la estabilidad, el orden y el equilibrio dentro de la organización.

 

Reconocimiento y Aceptación para el Liderazgo Empresarial

Como líderes cuando pensamos en el momento que vive la empresa y nos enfocamos en aportar, entramos en un recorrido por las personas, la historia, los eventos, las situaciones que sucedieron para que la organización haya llegado hasta donde está.

Y encontramos casos, por ejemplo de antigüedad de los funcionarios, personas que por sí mismas cuentan la historia porque han estado ahí en cada momento que el sistema ha tenido que afrontar para continuar fluyendo.

Llegar a esa interpretación es algo que se nota cuando hacemos cambios porque va desde la energía interior de las personas y lo que hacemos es apelar a esos principios sistémicos que hacen precioso el ambiente de crecimiento desde la aceptación profunda.

Todo como es, siguiendo el curso de la vida. Cuando hacemos esto al interior de las empresas, lo que estamos haciendo es tomar fuerza.

Así como nosotros tomamos de la fuente que han sido nuestros padres en la sistémica familiar, las empresas toman de sus fundadores y de la historia.

Entonces, cuando uno como líder empieza a tener esa claridad y ese reconocimiento y aceptación, la empresa misma toma más fuerza. ¿Por qué? Porque la tomamos tal cual como es, sin exclusiones.

 

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