El rol del líder en la empresa se ha considerado desde siempre clave para llenar de orientación, guía y enfoque cualquier proceso. Sin embargo, cuando no se tiene plena conciencia de lo que implica puede convertirse en un obstáculo.

Este es uno de los grandes aprendizajes que nos propone la sistémica, porque cuando vemos las empresas a la luz de ésta, empezamos a plantearnos el impacto de cada uno de los actores dentro de la misma.

En las organizaciones, cuando como líderes llevamos conciencia, empezamos a ir más allá del contexto o de lo que estamos acostumbrados y descubrimos interpretaciones del sistema a partir de lo administrativo, racional, lógico y estructurado.

Esto implica que nos permitamos hablar y también escuchar, porque el poder tener esas conversaciones alrededor de temas como la mentalidad de las personas que integran el sistema, sus sentimientos hacia el mismo y el relacionamiento, es clave.

Y que un líder, un empresario, le apueste a construir es el inicio de un proceso maravilloso porque ya de entrada, desde la cabeza se ha entendido que tener una mirada sensorial hacia la empresa es necesario.

De estos procesos de auto – revisión es de donde salen nuevas dinámicas y formas de hacer las cosas. Lo que claro, resulta de utilidad para entender la empresa como un sistema que está vivo.

Entonces, a partir de esta interpretación, de nuevo nos enfrentamos a la inquietud de si el rol que estamos ejerciendo como líderes está obstaculizando el proceso o impulsando la evolución, el crecimiento y el éxito.

 

El Rol del Líder en la Empresa: Desde una Mirada Sistémica

Entender la empresa desde la sistémica representa que entendamos que pertenecemos a un sistema que tiene dolores, que avanza cuando hay inspiración y motivación, y que se relega cuando se pierde la conexión con quienes lo conforman.

Aquí el líder, es demasiado importante para aportar a ese proceso, porque es la persona que puede orientar al resto del equipo a que descubra las soluciones que desde su rol cada quien puede aportar.

Y es más, cuando el líder entra en ese nivel de conexión con la empresa, no sólo motiva a los demás para que también encuentren su sentido allí, sino que también se convierte en vehículo para que sea el sistema el que se manifieste y evolucione.

Entonces, hablamos de movimiento, de cómo el sistema logra avanzar cuando encuentra los canales a través de los cuales es entendido. Y es así como se establece también esa conexión entre las personas del equipo para llegar a obtener resultados eficientes.

Visto a la luz del líder, es así como dentro de la propia organización social que yo dirijo y de la cual también soy cofundador, voy encontrando el camino para purificar el sistema y prepararme con él para aceptar y aprovechar el cambio.

 

El Arte de Liderar: Obstáculo o Impulso

Darnos cuenta de que las empresas son sistemas vivos es un proceso precioso que le da otro sentido al rol del líder.

Te preguntarás por qué, y la razón es que, a veces como directores de un sistema estamos tan preocupados por actuar que nos olvidamos de abrir paso a espacios en donde la misma empresa se exprese y nosotros podamos interpretarlo.

Esto quiere decir que, necesitamos entender que desde esta perspectiva es la empresa quien lidera, no nosotros.

Por eso, cuando hacemos ese clic como empresarios, adquirimos el poder de dejarnos liderar, aprendemos a ver el camino que la organización nos va mostrando y abrimos las puertas a una evolución más fluida, tranquila y amorosa.

Solo con el hecho de entender que podemos avanzar así, estamos aceptando la organización como un sistema vivo que toma recursos del exterior para transformarse al interior y entregar como resultado mayor solidez.

Y una vez hacemos esta interpretación, también entendemos que como líderes podemos estar al servicio de la comunidad.

Entonces, el hecho de que la empresa nos tome y nos transforme, y además nos devuelva un producto, es el resultado de que esa organización está viva. Y que adicional tiene una energía propia.

Esa energía que es la que circula por todo el sistema y cuando logramos entenderla y comprender cómo funciona, ahí es que empezaremos a conocer el arte de liderar.

 

El Rol del Líder en la Empresa como Vehículo de la Sistémica

¿Qué pasa cuando entendemos lo que la empresa quiere? Pasa que empezamos a crear posibilidades, herramientas y rutas que nos lleven a una nueva etapa y conexión.

Esa oportunidad de trabajar en sinergia es lo que permite ese descubrimiento a nivel personal también, porque ahí es donde los integrantes del sistema empiezan a revisar su rol en la empresa y más importante aún, su aporte a la misma.

Y en este punto, pasa algo bien interesante y que a veces, uno cree y se empecina en que las cosas son y deben hacerse de una manera. Y aunque uno como líder se esfuerce por obtener resultados con esas acciones, pues no lo logra.

¿Por qué se da esto? Porque no estamos escuchando lo que el sistema quiere y necesita. Y si lo pasamos por alto, nos vamos a complicar la vida. Y no solo nosotros como líderes, sino también a todos los integrantes de la empresa.

El ego aquí juega un papel contundente porque aprender a bajar la cabeza ante la propia organización, siendo tú el creador de ella, reconociendo que no estás decidiendo bien, no es tarea fácil.

Y a veces, ni nos damos cuenta de que estamos impidiendo que la organización avance con facilidad y diligencia. Es algo que necesita primero de una comprensión a nivel sistémico para que se refleje en el proceso como una oportunidad.

 

Adaptación o Rechazo: Afrontando el Cambio

En el campo organizacional, al enfrentarse al cambio pueden pasar dos cosas: La primera es que te adaptes y recibas del sistema el camino que tiene para ti, y la segunda es que rechaces el cambio y empieces a luchar contra lo que el sistema muestra que necesita.

Y nadar con la corriente no va a traer otro resultado más que, el estancamiento, la desconexión y el dolor.

Si por el contrario, decidimos escuchar y dejarnos llevar por lo que el sistema necesita, vamos a encontrar oportunidades para fortalecer nuestros puntos vulnerables y llenarnos de motivación para salir adelante y llevar a la empresa a resultados positivos.

Cuando hablamos de aceptar y recibir eso que el sistema necesita, a veces quiere decir que hagamos renuncias y que quizás lo que nosotros consideramos un plus en la organización no lo es. Y no es, aunque nos esté dando algún tipo de resultado.

¡Esta es una cuestión simplemente de claridad y conciencia sobre la empresa como un sistema vivo!

 

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